El aceite usado

Se entiende por aceite usado cualquier aceite de base mineral o sintética que se haya vuelto inadecuado para la aplicación que tenía inicialmente. En esta definición se incluyen los aceites de motores de combustión, lubricantes, hidráulicos, de sistemas de aislamiento, de transmisión de calor, etc.

La vida útil del aceite mineral, a pesar de los aditivos que alargan su duración, es limitada. Éstos van perdiendo progresivamente sus propiedades hasta que deben sustituirse por aceite nuevo.

Aproximadamente la generación de aceite usado equivale al 40% del aceite consumido. Esto hace que el aceite usado sea el residuo líquido tóxico y peligroso que se genera en mayor cantidad en todo el mundo.

El aceite usado es rico en metales, sulfuros y cloro procedentes de los aditivos que se le añaden. Por este motivo, si no se gestionan correctamente, tienen un impacto muy negativo sobre el medio ambiente.

Quemar aceite usado sin control, verterlo al suelo o verterlo al agua, provoca importantes daños ecológicos:

  • Un vertido puede llegar a las capas freáticas de donde se alimentan campos y ciudades
  • 5 litros quemados contaminan el aire que respira una persona en tres años
  • 1 litro de aceite usado puede contaminar 1 millón de litros de agua

Situación en Cataluña

Para evitar los efectos nocivos de una mala gestión del aceite usado, Cataluña optó por la recogida y regeneración del 100% del aceite, el sistema más conveniente desde el punto de vista ambiental.

Por un lado se evitan los efectos negativos sobre el entorno, y por otro se ahorran recursos naturales al volver a introducir el aceite regenerado en el circuito de consumo.