La regeneración es la única vía de valorización sostenible del aceite usado, ya que reintroduce al circuito productivo un recurso natural escaso.
Es un sistema de reciclaje gracias al cual, a partir del aceite usado y mediante un proceso de destilación secuencial, se eliminan los contaminantes y se obtiene aceite base para la fabricación de nuevos lubricantes, convirtiendo un residuo en una materia prima.
Sucede que si la normativa no prioriza la regeneración estableciendo la obligatoriedad de regenerar, no se regenera y priman los intereses económicos a corto plazo frente a los medioambientales. Si esto sucede, se destruye una fuente de energía no renovable y la gestión se vuelve insostenible.
Cataluña es la única Comunidad Autónoma que desde 1993 ha apostado por la regeneración del 100% del aceite usado rechazando cualquier otra vía de valorización. El resultado es un éxito medioambiental contribuyendo a la reducción de emisiones a la atmósfera y de vertidos incontrolados que hace de Cataluña una de las regiones europeas modélicas en la gestión del aceite usado.
Argumentos en favor de la regeneración de los aceites usados
- Frena el efecto invernadero reduciendo las emisiones de CO2
- El petróleo no es una energía renovable. La regeneración permite alargar la vida de los recursos naturales
- El aceite usado puede ser regenerado indefinidamente. Quemarlo después de un solo uso no es sostenible
- Regenerar beneficia a zonas no productoras de bases lubricantes
- La obtención de la misma cantidad de aceite a través de un proceso de regeneración consume 2/3 menos de energía que una refinería de primer refino
- Las bases lubricantes regeneradas tienen como mínimo la misma calidad que las de primer refino
- Las bases regeneradas pueden mezclarse en cualquier proporción con el aceite de primer refino, manteniendo su calidad